La palabra gitana para fantasma o espíritu es mullo. Esta palabra también se refiere a los “muertos vivientes”: los vampiros. Existe una fuerte creencia de que alguien es decir un gitano haya muerto como resultado de la influencia del mal. Después de que el fallecido se convierte en un mullo, intenta perseguir y atrapar a la persona que le provocó la muerte: mas a pensar de las creencias como la anterior, los gitanos no dudan en dormir en un cementerio si es necesario. Esto se debe a que creen que solo los gitanos muertos se convierten en vampiros.
Los guajos o gorgios o los que no son gitanos, no lo consideran así, por lo cual no temen a los fantasmas. Trigg habla de la insaciable necesidad del mullo de tener relaciones sexuales, al grado de que su viuda llega a quedar exhausta.